Yo no se mucho de esto pero creo que hay que correjir esta fecha porque creo que fue una decada despues que de un tiempo del proceso en ruinas de esta carcel fue derribada.
Prisión Las Tres Torres : A finales del siglo XIX durante la gestión progresista del General Aquilino Juares, en agosto de 1896, designó al ingeniero del Estado Dr. Luis Muñoz Tébar para que emprendiese la edificación de una nueva cárcel que sustituyese a la antigua, ubicada en la calle Ayacucho (carrera 18) con Sucre (calle 21). Esta nueva cárcel, que a juicio de sus promotores prometía humanizar el correccional, fue construida en un terreno ubicado en la carrera 15 entre calles 31 y 32, donde actualmente funcionan una escuela y un dispensario, contiguo al liceo Lisandro Alvarado. Las bases de Las Tres Torres y de las paredes circundantes estaban hechas de calicanto y las paredes eran de tierra pisada de 50 centímetros de espesor, con una altura de tres metros. Su división interna por ambientes: mujeres, menores de edad; arrestos especiales y arrestos con sentencia, así como una sala para los permanentes presos políticos, que más tarde derivarían en “tigritos” y salas de torturas. Su aspecto exterior fue escasamente registrado por pintores y fotógrafos, por lo cual escasamente se conservan testimonios: apenas unas cuantas del exterior y del interior, par de gráficas realizadas por el fotógrafo Ernesto Balestrini, poco antes de su demolición. En los insalubres calabozos, muchos de los presos eran engrillados. La sala que fungía de baño era un chorrerón de agua corriendo por un hueco, donde por igual se bañaban y hacían sus necesidades fisiológicas. Salas de castigo y tortura, complementaban su estructura, concebida para la “humanización” y convertida en antro de penurias. Durante la época de Gómez, los presos eran obligados a trabajar en la construcción de carreteras; sacar piedra y arena del río Turbio; abrir y empedrar las calles, caminos y carreteras. A la muerte de Gómez, manifestaciones a las puertas del penal hicieron posible la salida de los presos. Allí purgaron condena o fueron inquilinos: José Rafael Gabaldón, Pío Tamayo, Alcides Losada, Rafael Montilla (El tigre de Guaitó), Froilán Torrealba (Manolan), Virgilio Torrealba Sigala, Gilberto Gil, Miguel Piñero, Andrés y Monche Crespo, y cientos más que se opusieron al gobierno de Gómez. Se cuenta que el último en salir del sombrío penal fue Pablo Rojas Meza. Esta lúgubre cárcel sirvió de escenario y ambiente para la novela de Antonio Arráiz: Puros hombres ; de obras autobiográficas como las de Luis Ramírez Valero y muchas obras literarias. José Manuel Briceño Guerrero, en su más reciente libro 3x1=4 , en el cual narra sus vivencias como estudiante del antiguo Colegio Federal y luego del Lisandro Alvarado, cuenta que luego de la demolición de Las Tres Torres, un italiano levantó en el propio terreno un “laberinto” casi infranqueable. El común veía reflejado en Las Tres Torres una época de siniestra opresión, que, sumada a una matriz política que buscaba borrar la faz gomera, promovió la demolición de la cárcel que seguiría funcionando hasta 1946, año en el cual se procedió a su demolición. Antes, en enero de 1945, el diario EL IMPULSO promovió una encuesta: ¿Deben ser derribadas Las Tres Torres?, en la cual tomaron parte Carlos Felice Cardot, Eligio Macías Mujica, Pedro Pereira y Cecilio Zubillaga Perera. Historiadores, cronistas, hombres de sobrado prestigio, estuvieron de acuerdo en que no debían ser demolidas, aduciendo que se trataba de un monumento de significativa importancia en la historia del país y debía conservarse; que era un reflejo de una época borrada y que al igual que semejantes monumentos europeos, debía dársele un uso cultural. Por encima de tan enjundiosos argumentos prevalecieron los criterios oscurantistas y Las Tres Torres fueron demolidas para construir en su lugar un Comedor Escolar. Fuentes: Otto José Acosta, Hermann Garmendia, Luis Ramírez Valero, José Manuel Briceño Guerrer
Si en verdad no deverian a verla demolido, aunque alli hubo tanta gente que sufrio, pero quedaria como un monumento en memoria a todos los inocentes y escarmiento a todos los culpables
Hola, ya que hablas del auditorio te puedo contar que ya entre losa 14 o 16 años y estando en la banda del liceo, el auditorio sufrio una remodelacion de parte del piso y efectivamente encontraron unos restos oseos con grillos puestos, incluso recuerdo haberlos visto y eso salio en la prensa de la epoca quizas 1980 por allí.
Yo no se mucho de esto pero creo que hay que correjir esta fecha porque creo que fue una decada despues que de un tiempo del proceso en ruinas de esta carcel fue derribada.
ResponderEliminarPrisión Las Tres Torres : A finales del siglo XIX durante la gestión progresista del General Aquilino Juares, en agosto de 1896, designó al ingeniero del Estado Dr. Luis Muñoz Tébar para que emprendiese la edificación de una nueva cárcel que sustituyese a la antigua, ubicada en la calle Ayacucho (carrera 18) con Sucre (calle 21). Esta nueva cárcel, que a juicio de sus promotores prometía humanizar el correccional, fue construida en un terreno ubicado en la carrera 15 entre calles 31 y 32, donde actualmente funcionan una escuela y un dispensario, contiguo al liceo Lisandro Alvarado. Las bases de Las Tres Torres y de las paredes circundantes estaban hechas de calicanto y las paredes eran de tierra pisada de 50 centímetros de espesor, con una altura de tres metros. Su división interna por ambientes: mujeres, menores de edad; arrestos especiales y arrestos con sentencia, así como una sala para los permanentes presos políticos, que más tarde derivarían en “tigritos” y salas de torturas. Su aspecto exterior fue escasamente registrado por pintores y fotógrafos, por lo cual escasamente se conservan testimonios: apenas unas cuantas del exterior y del interior, par de gráficas realizadas por el fotógrafo Ernesto Balestrini, poco antes de su demolición. En los insalubres calabozos, muchos de los presos eran engrillados. La sala que fungía de baño era un chorrerón de agua corriendo por un hueco, donde por igual se bañaban y hacían sus necesidades fisiológicas. Salas de castigo y tortura, complementaban su estructura, concebida para la “humanización” y convertida en antro de penurias. Durante la época de Gómez, los presos eran obligados a trabajar en la construcción de carreteras; sacar piedra y arena del río Turbio; abrir y empedrar las calles, caminos y carreteras. A la muerte de Gómez, manifestaciones a las puertas del penal hicieron posible la salida de los presos. Allí purgaron condena o fueron inquilinos: José Rafael Gabaldón, Pío Tamayo, Alcides Losada, Rafael Montilla (El tigre de Guaitó), Froilán Torrealba (Manolan), Virgilio Torrealba Sigala, Gilberto Gil, Miguel Piñero, Andrés y Monche Crespo, y cientos más que se opusieron al gobierno de Gómez. Se cuenta que el último en salir del sombrío penal fue Pablo Rojas Meza. Esta lúgubre cárcel sirvió de escenario y ambiente para la novela de Antonio Arráiz: Puros hombres ; de obras autobiográficas como las de Luis Ramírez Valero y muchas obras literarias. José Manuel Briceño Guerrero, en su más reciente libro 3x1=4 , en el cual narra sus vivencias como estudiante del antiguo Colegio Federal y luego del Lisandro Alvarado, cuenta que luego de la demolición de Las Tres Torres, un italiano levantó en el propio terreno un “laberinto” casi infranqueable. El común veía reflejado en Las Tres Torres una época de siniestra opresión, que, sumada a una matriz política que buscaba borrar la faz gomera, promovió la demolición de la cárcel que seguiría funcionando hasta 1946, año en el cual se procedió a su demolición. Antes, en enero de 1945, el diario EL IMPULSO promovió una encuesta: ¿Deben ser derribadas Las Tres Torres?, en la cual tomaron parte Carlos Felice Cardot, Eligio Macías Mujica, Pedro Pereira y Cecilio Zubillaga Perera. Historiadores, cronistas, hombres de sobrado prestigio, estuvieron de acuerdo en que no debían ser demolidas, aduciendo que se trataba de un monumento de significativa importancia en la historia del país y debía conservarse; que era un reflejo de una época borrada y que al igual que semejantes monumentos europeos, debía dársele un uso cultural. Por encima de tan enjundiosos argumentos prevalecieron los criterios oscurantistas y Las Tres Torres fueron demolidas para construir en su lugar un Comedor Escolar. Fuentes: Otto José Acosta, Hermann Garmendia, Luis Ramírez Valero, José Manuel Briceño Guerrer
ResponderEliminarSi en verdad no deverian a verla demolido, aunque alli hubo tanta gente que sufrio, pero quedaria como un monumento en memoria a todos los inocentes y escarmiento a todos los culpables
ResponderEliminarsaludos de ante mano exelente blog , en que direccion de barquisimeto estaba ubicada esta carcel?
ResponderEliminaresta genial esta informacion pero ahora en lo que es el liceo lisandro Alvarado enlo que son el auditorio aula 24;20;12y6 suceden hechos paranormales
ResponderEliminarHola, ya que hablas del auditorio te puedo contar que ya entre losa 14 o 16 años y estando en la banda del liceo, el auditorio sufrio una remodelacion de parte del piso y efectivamente encontraron unos restos oseos con grillos puestos, incluso recuerdo haberlos visto y eso salio en la prensa de la epoca quizas 1980 por allí.
EliminarLa carcel de las tres torres fue demolida en 1946, en el gobierno de
ResponderEliminarAnzola.