Georg Blohm al establecerse en Angostura se entronizó también como el
primer cónsul de Hamburgo en Venezuela y al romper la sociedad con Dalla Costa,
se transformó en PROSPERO comerciante con casas comerciales en La Guaira,
Caracas, Maracaibo, Barquisimeto y Ciudad Bolívar. manera que en 1844, cumplió
el tiempo del acuerdo y estando instalado en La Guaira y Puerto Cabello, volvió
a incursionar en la capital guayanesa, pero asociado a la casa Wuppermann &
Cía.
Una vez consolidado su proyecto mercantil, Georg Blohm retornó a su
natal Luberck, desde donde dirigía sus negocios en Venezuela y escogía a sus
empleados. Muchos de los europeos que trabajaron en la casa Blohm de Ciudad
Bolívar, fueron contratados por Georg, entre ellos, el prusiano Adolph Henrich
Wappaus.
Muchas ciudades comerciales de Alemania como Hamburgo, Hannover y
Prusia, tuvieron representación consular en Angostura desde 1838, dado que la
Capital del Orinoco era importante para su comercio, pues había una dinámica de
relación mercantil con Europa y un fluido intercambio de géneros y productos de
la selva, no obstante que de un lugar a otro se tardaban con veleros 18 y 20
días, dependiendo de la brisa. El regreso era más penoso. Lo hacían en 30 y 35
días.
Los alemanes, al igual que los italianos, tienen colonias enraizadas en
la capital bolivarense. Los italianos desde tiempos de la Colonia con el
genovés Juan Bautista Dalla Costa y los alemanes desde tiempo de la República
con Georg Blom, quien en 1929, desde Angostura, inició en Venezuela la más
importante inmigración de comerciantes alemanes de Hamburgo y Lübeck y al poco
tiempo se convirtió en líder de las casas comerciales extranjeras en franca
competencia con Boulton & Cía.
Georg Blohm al establecerse en Angostura se entronizó también como el
primer cónsul de Hamburgo en Venezuela y al romper la sociedad con Dalla Costa,
se transformó en próspero comerciante con casas comerciales en La Guaira,
Caracas, Maracaibo, Barquisimeto y Ciudad Bolívar. manera que en 1844,
cumplió el tiempo del acuerdo y estando instalado en La Guaira y Puerto
Cabello, volvió a incursionar en la capital guayanesa, pero asociado a la casa
Wuppermann & Cía.
Una vez consolidado su proyecto mercantil, Georg Blohm retornó a su
natal Luberck, desde donde dirigía sus negocios en Venezuela y escogía a sus
empleados. Muchos de los europeos que trabajaron en la casa Blohm de Ciudad
Bolívar, fueron contratados por Georg, entre ellos, el prusiano Adolph Henrich
Wappaus.
Muchas ciudades comerciales de Alemania como Hamburgo, Hannover y
Prusia, tuvieron representación consular en Angostura desde 1838, dado que la
Capital del Orinoco era importante para su comercio, pues había una dinámica de
relación mercantil con Europa y un fluido intercambio de géneros y productos de
la selva, no obstante que de un lugar a otro se tardaban con veleros 18 y 20
días, dependiendo de la brisa. El regreso era más penoso. Lo hacían en 30 y 35
días.
Los alemanes, al igual que los italianos, tienen colonias enraizadas en
la capital bolivarense. Los italianos desde tiempos de la Colonia con el
genovés Juan Bautista Dalla Costa y los alemanes desde tiempo de la República
con Georg Blom, quien en 1929, desde Angostura, inició en Venezuela la más
importante inmigración de comerciantes alemanes de Hamburgo y Lübeck y al poco
tiempo se convirtió en líder de las casas comerciales extranjeras en franca
competencia con Boulton & Cía.
Una vez consolidado su proyecto mercantil, Georg Blohm retornó a su
natal Luberck, desde donde dirigía sus negocios en Venezuela y escogía a sus
empleados. Muchos de los europeos que trabajaron en la casa Blohm de Ciudad
Bolívar, fueron contratados por Georg, entre ellos, el prusiano Adolph Henrich
Wappaus.
Muchas ciudades comerciales de Alemania como Hamburgo, Hannover y
Prusia, tuvieron representación consular en Angostura desde 1838, dado que la
Capital del Orinoco era importante para su comercio, pues había una dinámica de
relación mercantil con Europa y un fluido intercambio de géneros y productos de
la selva, no obstante que de un lugar a otro se tardaban con veleros 18 y 20
días, dependiendo de la brisa. El regreso era más penoso. Lo hacían en 30 y 35
días.
Los alemanes, al igual que los italianos, tienen colonias enraizadas en
la capital bolivarense. Los italianos desde tiempos de la Colonia con el
genovés Juan Bautista Dalla Costa y los alemanes desde tiempo de la República
con Georg Blom, quien en 1929, desde Angostura, inició en Venezuela la más
importante inmigración de comerciantes alemanes de Hamburgo y Lübeck y al poco
tiempo se convirtió en líder de las casas comerciales extranjeras en franca
competencia con Boulton & Cía.
LA MISMA ESQUINA EN LOS AÑOS 70